Wednesday, June 22, 2005

Actividades lúdicas en Finlandia

El otro día me inicié en el mundo del ski acuático. Gracias a Pappa, obviamente. Fue él quien me presentó la idea de pasar una refrescante tarde en el mar haciendo un deporte tonificante y apasionante. Bendita la hora.

Para empezar, Pappa me entregó un traje de neopreno, entonces yo con mi ignorancia por delante le pregunté que si era absolutamente necesario enfundarme en tal traje, que a mi me gustaba más a pecho descubierto. Una vez más, intenté demostrarle mi masculinidad - perdida en parte con el suceso de la sauna- con un ademán de arrogancia descerebrada. Y una vez más me equivoqué. Pappa me contestó que si no quería que mis pelotas se crionizaran como las de Walt Disney me recomendaba el uso del traje. (Por qué tiene que ser siempre tan descriptivo este hombre?) Recomponí mi cara de memo como pude, y afirmé enérgicamente, y la verdad, no quería contemplar la posibilidad que en la próxima felación sintiese que en vez de lo que debe ser sintiese que se están tomando un sorbete con mis huevos. Así que me calzé el traje agilmente y nos subimos a la lancha rápida.

Cuando llegamos al lugar, me lanzé resuelto al agua. En ese momento entendí lo del traje de neopreno. Lo que no alcanzaba a entender era porque no había cogido el traje con borreguillo por dentro y bufanda. Madre mia, que horror, el agua estaba helada. Entonces Pappa me lanzó a lo que se suponía que me debía agarrar y me dio un consejo muy sabio: "Si te sueltas te vas a cazar tal hostia que no vas a recordar ni tu nombre". Muy bien, hombre, que los ánimos no decaigan, desde luego Pappa como cheer-leader no tiene precio. En fin. me agarré con todas mis fuerzas y aquello empezó a andar.

Me convertí en un desaladora humana, tragué tanta agua que sentí que me disolvía como la aspirina efervescente. Que pesadilla, hasta que alcanzé a ponerme en posición vertical. Pero una vez, erguido y empezé a disfrutar, e incluso le lanzé una desafiante sonrisa a Pappa, como diciendo, pensabas que no sería capaz eh?. Pero una de las características de Pappa es que le encantan los desafios, entonces se giró y puso toda la potencia del motor a funcionar. Entonces en ese momento sentí que iba a ser anunciado en los paneles de vuelos de salida del areopuerto de Helsinki: Roma 16:56 Puerta 6, Idiota en skis de agua 16:59. Que velocidad, que lagrimones que quedaban congelados tan pronto salían de mi cavidad ocular, que acojone pero me mantuve firme y resuelto a no darle el placer de tumbarme. Pero en esto Pappa giró violentamente, entonces vi delante de mi una ola provocada por otra pequeña embarcación. En ese momento entendí mi fatal destino, entendí mi realidad, entendí que hay que aprender a renunciar a veces, entendí que por mi primera vez en mi vida iba a volar de verdad. Pues siempre quise volar de pequeño. Efectivamente lo hize, incluso con elegancia y estilo, no puedo decir lo mismo del aterrizaje. Mientras me recuperaba del aturdimiento, podía oir a Pappa sonreir y mirando con esos penetrantes ojos y ofreciendo su mano para ayudarme.

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