la noche

Una de las actividades que debo reflejar en este blog es la una de esas actividades que ocupan gran parte de nuestro tiempo, donde descrubimos más de nosotros mismos, donde compartimos con los demás y donde parte de nuestra economía es dilapidada. Efectivamente, estoy hablando del bar y del copeo.

Relataré una noche de esas perdidas en el calendario en estas latitudes norteñas y algunos de los personajes. Generalmente se empieza con algunas cervezas en algún sitio tranquilo, debido a que se usa el inglés y el grupo con el que me junto es bastante internacional y muchos de nosotros lo hemos aprendido con Planeta d'Agostini, "Aprende inglés en el metro medio sobado por las mañanas camino de la Universidad Fasciculo 1". Lo dicho, que se empieza con unas cañas, bueno con los primos de Zumosol de las cañas, porque la caña ha crecido hasta convertirse en un tonel de medio litro que a los primeros meses de estar aquí se hacían durillos de pasar pero luego ya se convierte en tu biberón.

Aquí ya se empieza a vislumbrar los designios de la noche, en el grupo siempre hay un finlandés nuevo apasionado por España, estos individuos suelen ser el conocido de alguno de mis amigos de aquí, y que parece ser que el lema "echaselo al bobo español que le aguante él". El estereotipo de este personaje es un finlandés en su veintena final, que ha residido en España como estudiante Pedalsmus durante 6 meses, es decir, los 5 meses y 29 días de su estancia estuvo totalmente ebrio a base de vino de mesa "el Gorrión beodo" de 70 céntimos la garrafa y orujo "La garrapata melandrina" de 70% destilado en Destilerias La Paqui, leáse el sótano de un polígono industrial de Cheste (Valencia). Este individuo ha aprendido tres cosas, y no el español entre ellas, como hacer sangría, apasionarse sobre el fútbol conociendo más futbolistas que Maldini y contar historias indefinidamente sobre lo bien que lo pasó allí. Al principio este personaje te puede resultar simpático, empieza hablarte de fútbol por ejemplo, algo muy socorrido, con preguntas como "Cuál es tu equipo preferido?, Te ha jodido como madridista que el Barcelona gane la liga?", pero a medida que avanzan las pintas el personaje empieza a enconarse con el tema y empieza a comentarte las apasionantes jugadas de un interesantísimo Albecete-Logroñés, o las veces que el Racing de Santander se ha clasificado para los cuartos del Trofeo de Verano La Patata Caliente de Benálmadena. Tú empiezas a mirar a la pinta de cerveza para intentar averiguar si tu cabeza cabría ahi para no tener que soportar más el suplicio del finlandés pesadilla del balompié. Pero en una maniobra digna del almirante Nelson te deshaces de él y te sientas junto a otro personaje que suele frecuentar, el inginiero de alguna firma de tecnología. Este individuo suele emigrar de un país donde nadie le aguanta, donde tiene menos amigos que el arzobispo de Mondoñedo en la fiesta del orgullo gay, donde es una especie de inadaptado social y donde ha elegido un país nórdico para ver si es capaz de engañar a alguna hija del agua oxigenada. Estos ingenieros suelen ser pesadísimos, además de realizar aspavientos cuando ven una rubia a menos de 2 metros. Además, a medida que van ingeriendo alcohol van deshinibiendo socialmente y se atraven a bailar, bueno a tambalearse en medio de la pista y a imitar el baile de la canción de Grease cuando lo que está sonando es una canción de Iron Maiden.

Después de algunas cervezas nos encaminamos hacia algún night club, donde nos van a cobrar hasta por respirar y con la vana esperanza que las rubias que intentamos ligarnos en el bar hayan bebido lo suficiente para estar beodas y poder engañarlas para que terminen en nuestros camastros. Pero el resultado, es siempre el mismo, los que terminamos beodos somos nosotros, nos repudian hasta las hijas de la desesperación, realizamos bailes bochornosos, nos movemos con la torpeza del pato Donald y ...oh no.. el finlandés que viene a hablar de fútbol. Me escapo y vuelvo a casa solo...