Wednesday, June 15, 2005

Aquí estoy en mi primer dia en frente del blog. Siento la excitación de algo nuevo, ese cosquilleo que te recorre cuando haces algo por primera vez. Todo el mundo sabe que siempre que se hace algo por primera vez siempre se generan esperanzas difíciles de cumplir. Recuerdan el primer beso con una chica? Yo lo recuerdo muy claramente en mi memoria, era una tarde de Julio en un pueblo perdido de Castilla, con la fresca, a las 4 de la tarde (esos 48 grados a la sombra) decidí hacerme 20 kilometritos en bicicleta para encontrarme con la que sería la primera chica que besaría. Recuerdo que pese a las condiciones climáticas que invitaban a todo menos a hacerte esos 20 kilómetros yo me sentía fresco e impaciente por iniciarme en el mundo del intercambio de fluidos. La chica no parecía tan excitada como yo, pues tenía entendido que era ya una senior en estos temas y su lista de iniciados era escandalosamente larga, pero a mi realmente no me importaba mucho, solo quería iniciarme y vivir la experiencia del primer beso. Yo siempre muy selectivo y buscando la calidad.

Nos fuimos a un sitio lo suficientemente remoto para no ser molestados y allí empezamos el ritual. Aquello fue una experiencia. La chica sin demasiadas palabras introdujo su lengua dentro de mi boca y empezó el efecto molinillo o helicoptero, que horror, aquello daba más vueltas que la minipimer de mi abuela. Yo estaba paralizado porque pensaba que en cualquier momento saldría nata montada de mi boca a esa de velocidad de giro. Asi que, yo decidí imitar sus movimientos, con lo cual nuestras bocas se convirtieron en una especie de turbina de seis velocidades, yo no veía fin a ese proceso. Temía que si intentaba separarme de ella saliese volando, pero aún así hice el gesto de querer separarme, entonces ella en un ágil y rápido movimiento se avalanzó sobre mi oreja que empezó a chupar inmisericordiamente con una intensidad que di por perdido mi lóbulo izquierdo. Que pesadilla, afortunadamente no duró mucho y entonces ella se apartó y me dijo:"Ya está. Tengo que ir, te ha gustado?". Yo estaba aturdido y sin respuesta, asi que me dediqué a mover la cabeza asintiendo bobamente. Luego regresé a casa de mi abuela que me preguntó que donde había estado con la que estaba cayendo, yo simplemente musité un "nada, por ahi".

Bueno, toda esta historieta para decir que me hace mucha ilusión empezar este blog. Y que escribiré pronto más sobre las experiencias en esta tierra del norte.


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